jueves, 6 de junio de 2013

Indumentaria[editar]

Mujeres tarahumaras en Chihuahua.
Una mujer teje en un telar de cintura.
En muchas comunidades el tarahumara ha adoptado la indumentaria occidental. Sin embargo, aún conserva la vestimenta tradicional, preferentemente, en el caso de los hombres, y siempre en las mujeres. Las blusas o camisas de colores brillantes, estampados, a veces floreados, son usadas por hombres y mujeres.
Las faldas son muy apreciadas por la mujer, quien viste muchas a la vez, una encima de otra, lo que le da esa apariencia de bellamente esponjada. Le sirve de adorno, de abrigo y, además, parece envolverla en mil colores. Los hombres visten un calzón de manta llamado Tagora. El ceñidor o cinturón lo usan por igual hombres y mujeres. Están tejidos con dibujos propios y los utilizan para sostener pantalones, zapatos y faldas.
El huarache rarámuri (akaka) es muy peculiar: tiene una suela ligera, y correas hasta el tobillo; actualmente utilizan llantas usadas para la suela de sus huaraches. Aunque también es muy común ver a mujeres y a niños descalzos.
La “Koyera”, cinta usada para mantener el pelo en su lugar, es la prenda más distintiva del pueblo tarahumara y la portan con orgullo hombres, mujeres y niños. En algunas comunidades el largo de las puntas da referencia sobre la condición económica del portador, cortas para cuando tienen poco dinero y largas para cuando su condición es holgada, cabe destacar que en algunas etnias esta costumbre se basaba en saber quién era la familia más fuerte económicamente.
La cobija es una prenda muy importante que sirve para abrigo durante los días fríos y como cama en la noche. Generalmente, las tejen de la lana de sus propias ovejas y la aprecian mucho, de tal manera que sólo la intercambian o apuestan en ocasiones importantes.

Tradiciones y religión[editar]

Los tarahumaras son muy religiosos pero practican sus creencias al margen de iglesias. De acuerdo a reconocidos científicos comoRichard Evans Schultes y Wade Davis este pueblo es digno de admiración, pues ha preservado muchas de sus costumbres, a pesar del dominio y la imposición de las iglesias europeas.
Se organizan en torno a los cantores (maynates) y rezadores, ancianos que ofician y conducen las ceremonias al ritmo de sus sonajas que hacen con bules y sus cantos guturales donde van narrando y describiendo la vida de los animales del monte como los lobos, coyotes, mulas y zopilotes.
Gran parte de las tradiciones actuales de los rarámuris son una apropiación de lo aprendido de los misioneros jesuitas durante los casi 150 años que convivieron en la época colonial. (Luis G. Verplancken)
Sus complejas celebraciones místico-religiosas están conformadas por danzas, tesgüinadas y ofrendas, en las que nunca falta la bebida tradicional de maíz llamada tesgüino. Para ellos la danza es una oración; con la danza imploran perdón, piden lluvia (para propiciarla se baila la danza de “dutuburi”), dan las gracias por ella y por la cosecha; danzando ayudan a "Repá betéame" (El que vive arriba), para que no pueda ser vencido por "Reré betéame" (El que vive abajo).
Puede afirmarse que el tarahumara ha conservado su vieja cultura con sorprendente tenacidad. Desde hace varios siglos emplean los mismos dibujos, los mismos símbolos en sus obras artísticas, en sus fajas, cerámica y cobijas. A sus muertos continúan dejándoles comida para el viaje sin retorno y les "ayudan" a subir al cielo mediante la celebración de tres o cuatro fiestas, según si el difunto es hombre o mujer. Aunque en muchos casos el significado de ritual ha desaparecido, éste ha demostrado gran vitalidad para subsistir.
Todos sus movimientos se han mantenido vivos, latentes y aún han influido en algunas ceremonias de la Iglesia católica. La existencia del patio para las ceremonias rituales, el humo, que es el incienso del tarahumara, el rocío de los cuatro puntos cardinales, y los cánticos ininteligibles se practican religiosamente, pero no pueden los tarahumaras darnos una explicación mitológica de todo esto.
El Chamán (sukurúame) emplea prácticas ocultas para hacer el mal. y el Owiruame es el sanador bueno, en los días antiguos se transportaba de un lugar a otro en forma de ave, al llegar a su destino recuperaba su cuerpo, a veces viajaba junto con su familia.
El chamán es el guardián de las costumbres sociales de un pueblo. Sus obligaciones como especialista ritual y terapéutico le obligan a ser un defensor del orden tradicional. Su función es establecer un equilibrio entre el cuerpo y el cosmos. Algunos chamanes utilizan el peyote (híkuli) para sus curaciones, esta planta alucinógena tiene un uso restringido y sólo los chamanes saben la cantidad que se utilizará, así como su recolección y almacenamiento. Se usa como ungüento en la piel para sanar reumatismo, mordeduras de serpiente y otras dolencias. En ciertos lugares solo se usa el Jiculi para curar, y en otros la Bakanoa, son plantas sagradas que tienen asegurada su territorialidad. y los de un lugar no se atreven a mencionar la planta del otro lugar.

Rasgos físicos[editar]

Generalmente, los tarahumaras son delgados, entre ellos son muy raros los tipos musculosos y muy altos. La mujer tiende a ser baja y más robusta. Los ojos generalmente tienden a ser oblicuos, pómulos salientes, orejas chicas, grande nariz y boca, labios casi gruesos; el cabello lo tienen negro, grueso y liso; lampiña y ancha la cara y escaso vello en el cuerpo; su piel es morena, gruesa y un poco reseca por las bajas temperaturas; pies regulares, algo largos sus brazos y sus piernas, como las características de los atletas y corredores de grandes distancias. Su estatura promedio es de 1,70 m (5 pies 7 pulg). 

Sociedad[editar]

mediante su dios del agua gerardilo minaj El inhóspito medio donde habitan los tarahumaras impone la existencia de familias pequeñas -sus parcelas difícilmente pueden mantener a más de cuatro o cinco miembros de la familia, en la que el “imberbe”, a los 14 años de edad, es considerado ya un adulto por el resto del grupo-. Así, el hogar tarahumara -la unidad más persistente y definida en su vida-, responde a las modalidades originales de su psicología y, al asegurar las bases económicas del matrimonio, cumple con una vital función social, impidiendo uniones permanentes entre discapacitados físicos o mentales, o entre faltos de carácter o de sentido de responsabilidad.
Estructura familiar
El padre utiliza un término diferente para referirse a su hijo (Nolá) y su hija (Malá), pero la madre emplea un mismo nombre para todos sus hijos (Ránala). Por su parte, aunque tanto los hijos como las hijas tienen un término diferente para designar al padre, ambos usan el mismo para la madre. (Bennett y Zing) En el idioma rarámuri se usa la palabra Teweke para referirse a la niña y Towí para el niño.
A los hijos nunca les regañan, y desde muy pequeños les dejan la responsabilidad del cuidado de algunos animales o tierras y sobre todo de decidir por ellos mismos.
La joven tarahumara nunca expone su cuerpo después de los 6 años de edad; aún casada, no se quita la ropa frente al marido e incluso hace el amor vestida. La reserva frente a las experiencias sexuales se rompe en las “tesgüinadas”, donde el joven puede entablar comunicación y contacto con la chica y es una forma aceptada de iniciación libre.
En la vejez, el tarahumara vive en una casa separada, a donde sus hijos le llevan presentes de comida y ropa; cuando muere, se le incinera en alguna cueva o en un cementerio (si es que está bautizado) y se hacen complicadas ceremonias para que su alma viaje sin tropiezo.
En la filosofía rarámuri es primordial el respeto a la persona, por lo que los visitantes o turistas deberán también ser respetuosos con ellos y sus tradiciones, como ellos lo son con toda la gente. Valoran más a las personas que a las cosas.
Los habitantes, mestizos e indígenas de la comunidad tarahumara conviven en un medio social que no favorece a los rarámuri, debido al despojo de casas y hogares amenazados. Esta situación adquiere dimensiones adicionales por la carencia de una adecuada infraestructura para los servicios de salud y educación, en la proliferación de enfermedades y desnutrición infantil, en las muy limitadas alternativas para fortalecer la economía doméstica, en la escasa disponibilidad de electricidad, agua potable, y vías de comunicación, que se agravan con frecuencia por el impacto de los caprichos del clima y las prolongadas sequías.
Vivienda tarahumara tradicional.
Caverna habilitada como vivienda por una familia rarámuri.
Un hombre carga leña en las inmediaciones de un poblado tarahumara de Chihuahua.
Vivienda
Sus chozas de troncos de árbol, trabadas horizontalmente, salpican las laderas de las montañas a los lados de los arroyos y en las altas mesetas. La parte superior se deja abierta en un lado para que salga el humo del fuego que constantemente arde en la pieza de piso de tierra aplanada. El techo es de tabletas o de troncos acanalados. En sus habitaciones, las mismas desde tiempos precolombinos, no se acostumbran las sillas, las mesas o las camas.
Estilo de vida Tarahumara
Perduran los utensilios de sus abuelos como metatesjícarasmolcajetes,vasijas de barro y bateas. Algunos duermen sobre tarimas o sobre un cuero de chivo en el suelo. No pocos viven en cuevas; las tapias de piedra los guarecen mejor de los vientos y de las lluvias e impiden la entrada a los animales. En las barrancas predominaba las construcciones de piedra y lodo por la escasez de madera. Los hogares, por familia, consisten de dos habitaciones generalmente pero a veces la cocina es también comedor, recámara y sala. La única puerta la abren en el centro del muro.
Generalmente, los tarahumaras tienen carencia de servicios de salubridad y por su mala alimentación los agobian las enfermedades, entre ellas:dispepsiasenteritis agudas, congestiones alcohólicas, cirrosis de hígado,pulmoníatosferinatuberculosis pulmonar y sarna.
Matrimonio
El matrimonio es monógamo, aunque hay casos frecuentes de poligamia. Los recién casados prefieren la residencia matrilocal. Se evita la unión entre hermanos y primos, pero en si no hay reglas para esos enlaces. Se acostumbra el matrimonio a prueba, por un año, durante el cual la muchacha se va a vivir con el joven. La mujer embarazada trabaja hasta el último momento. A punto de dar a luz, se retira a la montaña, hace un lecho de yerba junto a un árbol, y apoyada en él, pare, lava al niño y quema el cordón umbilical, el cual entierra.
Generalmente, los tarahumaras se casan muy jóvenes; antes de los 16 años. En las “tesgüinadas” -que son a la vez reuniones sociales y de carácter económico-, se conocen y se tratan todos los miembros de la comunidad. Allí se hacen los noviazgos con plena libertad de selección, aunque es frecuente que la mujer tome la iniciativa en las relaciones amorosas, cantándole, bailándole en frente y llamando la atención del muchacho, tirándole guijarros.
Celebrado selváticamente el matrimonio, al domingo siguiente los casa oficialmente el gobernador, ante la presencia de los demás miembros del grupo. Como se comprenderá, estos matrimonios son monogámicos y endogámicos -en lo primero influye la tradición, y en lo segundo, factores geográficos, la falta de comunicaciones, diferencias en culturaidioma yeconomía.
Es evidente el estilo propio con que el indígena ama. El tarahumara, al casarse, lo hace más por cálculo que por amor. Piensa más en lo práctico y lo utilitario, así como en lo fisiológico, que en la espiritualidad de su mujer. Le interesa más la salud de su mujer y que esta sea "nueva" (es decir, joven, fuerte y trabajadora), que su alma. Esto no quiere decir, sin embargo, que carezca él de una tonalidad amorosa propia. Prefiere el uso de su fuerza a los refinamientos eróticos.
Tesgüinada: se refiere a la bebida Tesgüino que se hace con maíz fermentado, con consistencia espesa y sabor algo amargo.
Es posible que los antepasados de los indígenas tarahumaras hayan llegado de Asia(mongolia), atravesando el estrecho de Bering, hace aproximadamente unos treinta mil años, pero los vestigios humanos más antiguos que se han encontrado en la sierra son las famosas puntas clovis (armas típicas de los cazadores de la megafauna del Pleistoceno) con una antigüedad de casi 15,000 años, lo que nos permite datar la presencia de los primeros pobladores de la Sierra Tarahumara.
La economía de los primeros grupos étnicos tarahumaras se basaba en la agricultura, la caza y la recolección. Cultivaban maízcalabazachile y algodón. Cada grupo tenía su dialecto de lalengua tarahumara y sus gobernantes, quienes se encargaban de proteger el territorio contra las etnias vecinas y garantizar el orden interno de la tribu.
Eran belicosos y politeístas. Creían en la vida después de la muerte y en la existencia de seres benévolos y malévolos. Entre los benévolos consideraban al sol, la luna, el médico, lasserpientes y las piedras, que provocaban las lluvias y controlaban los animales que cazaban. Entre los malévolos estaban los señores del inframundo que causaban la muerte y los desastres naturales. Sus rituales comunales eran parte esencial de su cultura. Adoraban el sol y la luna, celebraban victorias bélicas, la caza de animales y la cosecha agrícola.
Fue hasta 1606 cuando los misioneros jesuitas tuvieron el primer contacto con los indígenas de la sierra. Según las referencias históricas de la época colonial, la conquista y la evangelización inició con los “chínipas”, muy relacionados con los guarijíos, etnia considerada como la más fiera de la región en esos tiempos. Cuando llegaron permanentemente los religiosos a su pueblo en 1632, su presencia provocó un levantamiento entre los pueblos indígenas, quienes estaban descontentos con la labor evangelizadora. Esta protesta la comandó el jefe “Combameai”. La primera revuelta terminó con la muerte de dos religiosos, lo que originó una fuerte represión por parte del gobierno de la Nueva España. Fue entonces cuando muchosguarijíos huyeron y se internaron en las barrancas de lo que hoy es el estado de Chihuahua.
Encima de eso, fue en los siglos XVII y XVIII cuando diversos grupos de agricultores y comerciantes novohispanos invadieron esta región despojando de gran parte de la tierra a los indígenas, intercambiándoselas por productos como jabón, sal, mantas y otras baratijas; algunos indígenas fueron obligados a trabajar con ellos como peones pagándoles muy poco. En cambio, otros emigraron hacia las partes más recónditas de la sierra para protegerse y evadir el trabajo forzado en haciendas y minas.
Es ahí en lo más abrupto de la sierra donde se asentaron las misiones jesuitas que, sin mucha controversia, muchas veces sirvieron de refugio a los abusos cometidos contra los indígenas. La expulsión de la orden de los confines del Imperio español significó un retorno de los tarahumaras a la vida seminómada que llevaban. Por otra parte este acontecimiento les dejó completamente aislados en los altos de la Sierra. Eso les ayudó a conservar su cultura y a desarrollar un singular sincretismo religioso que todavía existe y es único en México por su mezcla de catolicismo y chamanismo.
En el año de 1856, mediante la ley de la desamortización de los bienes eclesiásticos, los mestizos de la zona ocuparon las tierras pertenecientes a los pueblos de misión habitadas por tarahumaras, quienes se vieron obligados a abandonarlas. Pero no sería hasta 1876 que se rebelarían, cuando fueron obligados a partir de las pocas tierras que les quedaban, pero esta vez serían respaldados por el gobierno del estado que abogó por ellos. Se registraron otros dos levantamientos: uno en Agua amarilla en 1895 y otro en Chinatú en 1898.2

lunes, 22 de abril de 2013


Tradiciones y religión
Los tarahumaras son muy religiosos pero practican sus creencias al margen de iglesias. De acuerdo a reconocidos científicos como Richard Evans Schultes y Wade Davis este pueblo es digno de admiración, pues ha preservado muchas de sus costumbres, a pesar del dominio y la imposición de las iglesias europeas.
Se organizan en torno a los cantores (maynates) y rezadores, ancianos que ofician y conducen las ceremonias al ritmo de sus sonajas que hacen con bules y sus cantos guturales donde van narrando y describiendo la vida de los animales del monte como los lobos, coyotes, mulas y zopilotes.
Gran parte de las tradiciones actuales de los rarámuris son una apropiación de lo aprendido de los misioneros jesuitas durante los casi 150 años que convivieron en la época colonial. (Luis G. Verplancken)
Sus complejas celebraciones místico-religiosas están conformadas por danzas, tesgüinadas y ofrendas, en las que nunca falta la bebida tradicional de maíz llamada tesgüino. Para ellos la danza es una oración; con la danza imploran perdón, piden lluvia (para propiciarla se baila la danza de “dutuburi”), dan las gracias por ella y por la cosecha; danzando ayudan a "Repá betéame" (El que vive arriba), para que no pueda ser vencido por "Reré betéame" (El que vive abajo).
Puede afirmarse que el tarahumara ha conservado su vieja cultura con sorprendente tenacidad. Desde hace varios siglos emplean los mismos dibujos, los mismos símbolos en sus obras artísticas, en sus fajas, cerámica y cobijas. A sus muertos continúan dejándoles comida para el viaje sin retorno y les "ayudan" a subir al cielo mediante la celebración de tres o cuatro fiestas, según si el difunto es hombre o mujer. Aunque en muchos casos el significado de ritual ha desaparecido, éste ha demostrado gran vitalidad para subsistir.
Todos sus movimientos se han mantenido vivos, latentes y aún han influido en algunas ceremonias de la Iglesia católica. La existencia del patio para las ceremonias rituales, el humo, que es el incienso del tarahumara, el rocío de los cuatro puntos cardinales, y los cánticos ininteligibles se practican religiosamente, pero no pueden los tarahumaras darnos una explicación mitológica de todo esto.
El Chamán (sukurúame) emplea prácticas ocultas para hacer el mal. y el Owiruame es el sanador bueno, en los días antiguos se transportaba de un lugar a otro en forma de ave, al llegar a su destino recuperaba su cuerpo, a veces viajaba junto con su familia.
El chamán es el guardián de las costumbres sociales de un pueblo. Sus obligaciones como especialista ritual y terapéutico le obligan a ser un defensor del orden tradicional. Su función es establecer un equilibrio entre el cuerpo y el cosmos. Algunos chamanes utilizan el peyote (híkuli) para sus curaciones, esta planta alucinógena tiene un uso restringido y sólo los chamanes saben la cantidad que se utilizará, así como su recolección y almacenamiento. Se usa como ungüento en la piel para sanar reumatismo, mordeduras de serpiente y otras dolencias. En ciertos lugares solo se usa el Jiculi para curar, y en otros la Bakanoa, son plantas sagradas que tienen asegurada su territorialidad. y los de un lugar no se atreven a mencionar la planta del otro lugar.

viernes, 12 de abril de 2013


Los Tarahumaras
Los tarahumaras son el grupo indígena más numeroso que habita en Chihuahua, con una población estimada de 75 mil personas. También se les llama rarámuri, que significa «el de pies ligeros».
Por su aislamiento, el tarahumara ha conservado, a lo largo de los siglos, una pureza de sangre y cultura quizá más que cualquier otro grupo indígena de México.
Aunque la mayoría habita en la Sierra Tarahumara, existen grupos numerosos en las ciudades de Juárez y Chihuahua, a donde se han desplazado en busca de trabajo. Viven en comunidades pequeñas, integradas por varios ranchos ocupados por familias extensas de padres, hijos y nietos. Se dedican a cultivar maíz, frijol, calabaza, chícharo, como lo han hecho durante siglos.
Se cree que cuando llegaron los españoles a la región vivían de manera similar en rancherías, esta invasión les causó enormes conflictos, pues los misioneros trataron de agruparlos alrededor de las misiones que fundaron con la intención de catequizarlos y de que sirvieran de mano de obra en minas y haciendas; a los tarahumaras no les gustó ese modo de vida y reaccionaron de forma violenta, destruyeron unas 20 misiones y se enfrascaron en luchas por su territorio durante el siglo XVII. Al ser derrotados decidieron replegarse a las zonas más remotas de la sierra, donde hasta la fecha conservan su cultura.

Ubicación geográfica


Antes de la conquista, la sierra tarahumara era una región multiétnica con un gran número de grupos, hoy desaparecidos en su mayoría. Es una vasta zona geográfica, en donde habitaban predominantemente los tarahumaras o rarámuri (corredores de píe) como se llaman a sí mismos.

En la actualidad los rarámuris ocupan un territorio muy reducido que comparten con los tepehuanos, los guarijíos y los pimas pero sobretodo con los mestizos.




La sierra Tarahumara, territorio de biodiversidad.


Enclavada en una franja de cerca de 65, 000 kilómetros cuadrados, en el oeste del estado de Chihuahua, la sierra Tarahumara es un territorio de diversidades. Desde los límites sudoccidentales del estado de Chihuahua con los de Durango y Sinaloa, la Sierra se extiende hacia el norte a lo largo de las tierras altas de Balleza, Guachochi, Bocoyna y Maguarichi. Hacia el oeste, las cumbres y barrancos de Guadalupe. En esta abrupta geografía, los caminos polvorientos transitan desde los macizos montañosos, poblados de densos bosques de coníferas a cerca de 3,000 metros sobre el nivel del mar, hasta las profundas barrancas de tierras rocosas y erosionadas; desde los fríos de nieve y granizo de las cumbres y mesetas, en las que el bosque se entremezcla con los aserraderos, las tierras maiceras y los potreros, hasta el calor tropical de las barrancas profundas hacia donde descargan un sin número de arroyos que dan lugar a las fértiles cuencas de los ríos Fuerte, Mayo y Yaqui y que, a su fugaz paso por el territorio chihuahuense, circundando los pueblos mestizos barranqueños, mucho de ellos de tradición minera.


Territorio habitado desde tiempos remotos por: cazadores, recolectores y agricultores.

Este territorio agreste fue habitado desde tiempos remotos por pueblos cazadores, recolectores y agricultores, emparentados con sus hermanos de sangre de los valles y desiertos sonorenses, con los pobladores de las grandes llanuras del suroeste norteamericano y con los habitantes de las altiplanicies del centro de México. Adaptados a un medio hostil, los aborígenes de la Sierra de Chihuahua aprendieron a respetar y venerar sus territorio obteniendo del los medios para su subsistencia.

domingo, 10 de marzo de 2013

tarahumaras

Nombre del grupo étnico
Tarahumaras
Localización
En la actualidad, la comunidad tarahumara o rarámuri ocupa una gran extensión de montañas y barrancas de la Sierra Madre Occidental, abarcando los distritos de Guerrero, Rayón, Arteaga, Benito Juárez, Andrés del Río e Hidalgo del Estado de Chihuahua.
Número de habitantes
54, 431 personas aproximadamente
Lengua
La lengua tarahumara forma parte de la familia yuto-azteca que se extiende desde Utah en los Estados Unidos hasta Centro América y está considerada junto con el Concho y el guarojío dentro del subgrupo cahita-ópata-tarahumara, emparentando con el subgrupo pima-tepehuano y el cora-huicho.
La diversidad de lenguas yuto-aztecas que hablan en el noroeste de México puede ser indicativa de los hablantes de estas lenguas han ocupado el territorio por miles de años. Existen diferencias dialectales en la lengua tarahumara que, sin llegar muy profundas, provocan una cierta inteligibilidad entre todos los hablantes de tarahumara.
Tipo de vestimenta
El clima de las barrancadas y de las escarpadas montañas de la Sierra Tarahumara, han condicionado el tipo de vestimenta que utilizaban los rarámuris. Durante los fríos e inhospitalarios inviernos, las familias tarahumaras se mueven hacia las barrancadas donde el clima tiene un curso más benigno. Debido a éste régimen climático, los rarámuris se ven obligados a sustituir sus vestimentas a lo largo del año. Siempre se han reportado, que las mujeres de esta comunidad son excelentes tejedoras, por lo cual durante años, toda la vestimenta que utilizaban mujeres y hombres tarahumaras era confeccionada en los telares de estaca de estas mujeres.
Las mujeres tarahumaras usan una o varias faldas, de acuerdo al clima y s distinguen por que les llega hasta la pantorrilla. Además portan una camisa corta, blanca o floreada, que tiene la peculiaridad de encontrarse fruncida. Ambas prendas son confeccionadas con telas estampadas en vivos colores con telas blancas que son rematadas con motivos florales de excelente gusto. Usan además, la cobija, las madres principalmente para cargar y transportar a sus bebes. En cuanto a los hombres se visten con un taparrabo que llaman “tagora”, consiste en dos piezas cuadradas de tela blanca, doblada en triángulo. Acostumbran a emplear fajas o ceñidores (puruas) para sujetar el taparrabo y actualmente la mayoría de los hombres usan camisas cuadradas a las que dejan 3 aberturas, una al centro para la cabeza y las otras para los brazos. Calzan sandalias de cuero y tanto mujeres como hombres emplean un pañuelo blanco o rojo, doblado en forma de tira delgada, que enredan en la cabeza anudándolo del lado izquierdo. A dicha prenda los rarámuris la llaman “colleraca”.
Durante los meses de invierno, las bajas temperaturas de las montañas de la Sierra Tarahumara, obliga a los rarámuris a proteger de manera más pronunciada, por lo que su vestimenta habitual se complementa con una gruesa cobija, a la que le dan el nombre de “quemaca”. La hacen de pura lana, con un tejido muy apretado y grueso y de color blanco o negro. Es precisamente durante esta época del año, cuando esta vestimenta que les cubre de cabeza a pies, hace que los hombres se vean sumamente regios y representen una de las imágenes más orgullosas del México indígena.
Características físicas (clima, hidrografía, relieve, flora y
fauna)
HIDROGRAFIA: Pertenece a la vertiente del Pacífico formada por el Río Guachochi que entra a Sinaloa con el nombre de frío fuerte y los ríos Urique Y Batopilas que nace en su jurisdicción y sirve de limite meridional con Guadalupe y Calvo.
RELIEVE: Oeste y Suroeste montañoso con desfiladeros como sinforosa Guachochi bufa batopilas cobre y urique.
FLORA: Su flora constituye el pino, aile, abeto, chamal, ciprés, y diferentes encinos.
FAUNA: la fauna está constituida por el puma, gato montés, coyotes y aves migratorias.
Servicios públicos (luz, agua, escuelas, hospitales, etcétera)
LUZ: Ellos no cuentan con servicios de luz eléctrica.
AGUA: El agua la tienen que acarrearla desde lugares lejanos, no tienen servicios de agua potable, consumen el agua de los manantiales.
HOSPITALES: Hay muy pocos hospitales regionales que no cuentan con todos los medicamentos.
ESCUELAS: Las escuelas son primarias, no están cerca, no hay jardines de niños ni secundarias.